Información del producto

Características

  • ➔ Sistema de flash preciso y fácil de usar
  • ➔ Pantalla digital externa
  • ➔ 6 modos de filtro
  • ➔ Predicción automática del espacio de almacenamiento MicroSD
  • ➔ Reloj interno ajustable
  • ➔ Sello de fecha y hora en fotos y videos
  • ➔ Batería externa recargable*
  • ➔ Grabación de video con luz continua
  • ➔ Conservación de energía SmartSleep
  • ➔ Particionamiento del tamaño de archivo de video en segundo plano
  • ➔ Incluye llavero, correa para muñeca y cable USB-C
  • ➔ Cobertura de garantía

Dimensiones

  • ➔ 31.3mm × 45.5mm × 43.0mm (1.2" × 1.8" × 1.7")
  • ➔ Peso: 28 gramos

Conectividad

  • ➔ USB-C

Batería

  • ➔ Batería interna de alta capacidad 180 mAh
  • ➔ Batería externa de alta capacidad 480 mAh

Carcasa exterior

  • ➔ ABS

Contenido del paquete

  • ➔ Cámara digital Flash Pocket 1990\retro Y4
  • ➔ Tarjeta de memoria MicroSD
  • ➔ Cable de carga USB-C

Información del producto

  • *incl. Edición Viajar

Características

  • ➔ Sistema de flash preciso y fácil de usar
  • ➔ Pantalla digital externa
  • ➔ 6 modos de filtro
  • ➔ Predicción automática del espacio de almacenamiento MicroSD
  • ➔ Reloj interno ajustable
  • ➔ Sello de fecha y hora en fotos y videos
  • ➔ Batería externa recargable*
  • ➔ Grabación de video con luz continua
  • ➔ Conservación de energía SmartSleep
  • ➔ Particionamiento del tamaño de archivo de video en segundo plano
  • ➔ Incluye llavero, correa para muñeca y cable USB-C
  • ➔ Cobertura de garantía

Dimensiones

  • ➔ 31.3mm × 45.5mm × 43.0mm (1.2" × 1.8" × 1.7")
  • ➔ Peso: 28 gramos

Conectividad

  • ➔ USB-C

Batería

  • ➔ Batería interna de alta capacidad 180 mAh
  • ➔ Batería externa de alta capacidad 480 mAh

Carcasa exterior

  • ➔ ABS

Sistema de flash

  • ➔ Flash giratorio de 90 grados

Pantallas

  • ➔ 41.3mm (1.6\")

Contenido del paquete

  • ➔ Cámara digital Flash Pocket 1990\retro Y4
  • ➔ Tarjeta de memoria MicroSD
  • ➔ Cable de carga USB-C
  • ➔ Batería externa recargable*
  • ➔ Llavero cromo lunar
  • ➔ Correa para muñeca
  • ➔ Guía de inicio rápido

Información del producto

Características

  • ➔ El lector de tarjetas 4 en 1 más pequeño del mundo
  • ➔ Compatibilidad universal
  • ➔ Compatibilidad con almacenamiento MicroSD de hasta 1TB
  • ➔ Transferencias de datos de alta velocidad
  • ➔ Comodidad plug-and-play
  • ➔ Ojal integrado para llavero
  • ➔ Duradero y listo para viajar
  • ➔ Integración perfecta con cámaras 1990\retro

Dimensiones

  • ➔ 41.5mm × 42.0mm × 7.0mm (1.6" × 1.7" × 0.3")
  • ➔ Peso: 11 gramos

Compatibilidad

  • ➔ iPhone
  • ➔ Android
  • ➔ Tabletas
  • ➔ Computadoras portátiles y de escritorio

Conectividad

  • ➔ USB-C
  • ➔ Micro USB
  • ➔ USB3
  • ➔ Lightning

Contenido del Empaque

  • ➔ 1990\retro StarPort
  • ➔ Tapas protectoras para puertos
  • ➔ Guía de inicio rápido

Información del producto

Características

  • ➔ Totalmente compatible con la cámara 1990\retro Y4
  • ➔ Alta capacidad de almacenamiento
  • ➔ Clasificación de velocidad Clase 10+ (lectura/escritura rápida)
  • ➔ A prueba de golpes, resistente al agua y a temperaturas extremas
  • ➔ Compacto y portátil

Capacidades

  • ➔ 16GB|32GB

Formato Predeterminado

  • ➔ FAT32

Velocidad

  • ➔ 16GB: hasta 30 MB/s y 10 MB/s+ (lectura/escritura)
  • ➔ 32GB: hasta 80 MB/s y 50 MB/s+ (lectura/escritura)

Temperatura de Funcionamiento

  • ➔ -25 °C a 85 °C

Contenido del Paquete

  • ➔ Tarjeta MicroSD
  • ➔ Estuche protector

ENJOY UP TO 48% OFF THIS SPRING🌸

ENVÍO GRATIS EN EE. UU. PARA PEDIDOS SUPERIORES A $60

    El artículo ha sido añadido

    Perdido en las Luces: Capturando los Ecos de la Memoria de Mi Padre en las Arcadas

    • By 1990\retro👾
    Classic skee-ball arcade game with illuminated lanes and nostalgic retro signage, evoking the charm of vintage gaming and family fun.

    La primera vez que entré a un arcade después de la muerte de mi padre, sentí una abrumadora sensación de vacío. Las luces parpadeantes, los sonidos caóticos—todo me resultaba tan familiar, pero vacío sin él. Tomé mi cámara, y por primera vez desde su partida, sentí que podía respirar. Cada fotografía se convirtió en una forma de aferrarme a él, de capturar momentos que se escaparon demasiado rápido. En el resplandor del arcade, encontré un pedazo de él—y de mí misma.

    En esta íntima entrevista, exploramos cómo una joven convirtió su dolor en arte, usando el vibrante caos de los arcades para enmarcar su viaje a través de la pérdida y la sanación.

     

    Introducción

    En medio de las luces de neón parpadeantes y el zumbido nostálgico de las máquinas de arcade, Kara encontró una forma de sobrellevar una pérdida inimaginable. Tras el fallecimiento de su padre, se volcó en la fotografía, no solo como una salida, sino como una tabla de salvación. En esta entrevista profundamente personal, comparte cómo capturar el mundo vibrante pero inquietante de los arcades la ayudó a navegar el abrumador dolor, transformando su sufrimiento en una poderosa expresión de amor, memoria y sanación.

     

    Fondo y Conexión Personal

    1990:  ¿Puedes contarme sobre tu relación con tu padre y cómo su pérdida te ha afectado?

    Mi papá lo era todo para mí. Era el tipo de persona que hacía que todos se sintieran vistos, y tenía esta forma suave de guiarme por la vida. Perderlo fue como perder mi ancla, mi sentido de dirección. Es algo que todavía me cuesta entender—cómo alguien tan vital puede simplemente... irse. Siento que una parte de mí desapareció con él.


    1990:  ¿Cómo comenzaste en la fotografía y qué papel jugó tu padre en ese proceso, si es que tuvo alguno?

    Mi papá fue quien me compró mi primera cámara cuando tenía doce años. Era una Nikon antigua y ruidosa con enfoque automático que encontró en una venta de garaje. Me enseñó a ver el mundo a través de una lente... a prestar atención a las pequeñas cosas. Creo que la fotografía era su forma de enseñarme a estar presente, incluso cuando la vida se siente mal. Es como si, aunque él ya no esté, aún llevo esa parte de él conmigo a través de mis fotos.

     

     

    1990:  ¿Cómo elegiste las instalaciones de juegos de arcade como el tema de tu fotografía? ¿Qué simbolizan para ti?

    Me recuerdan tiempos más simples cuando mi papá me llevaba a aventuras al azar. Pasábamos horas en estos lugares. HORAS. Y sentía como si el tiempo no existiera. Como si pudiéramos olvidar todo lo demás, solo por un rato. Ahora, esos espacios se sienten congelados en el tiempo—como ecos del pasado. Fotografiar esos lugares me ayuda a mantener esa conexión, como si intentara capturar recuerdos que nunca quiero perder.

     

    1990:  ¿Tú y tu padre compartían alguna experiencia relacionada con los arcades o los videojuegos? Si es así, ¿cómo influencian esos recuerdos tu trabajo?

    Mi papá y yo solíamos ir al arcade juntos los fines de semana. Él no era un jugador, pero se quedaba a mi lado mientras jugaba. Recuerdo cómo se iluminaba su rostro cuando ganaba boletos. Siempre estaba orgulloso de las cosas más pequeñas... los logros más pequeños. Esos recuerdos son los que busco ahora cuando tomo fotos de arcades. No solo estoy tomando fotos de un lugar; estoy buscando un pedazo de él, de la alegría que compartimos. Hoy en día, nunca me toma mucho encontrarlo.

     
     

    1990:  ¿Cómo te ha ayudado tu fotografía a procesar el dolor de perder a tu padre?

    Diría que me ha dado una forma de expresar emociones que no puedo poner en palabras. Hay algo en ello... capturar la luz, los colores... siento como si estuviera comunicándome con mi papá en un lenguaje que solo nosotros entendemos. Cuando uso una cámara—cualquier cámara—siento que lo estoy honrando, manteniendo una parte de él viva.

       

      Superando el dolor

      1990:  ¿Cómo te proporciona alivio emocional o mental fotografiar las instalaciones de juegos de arcade?

      Es como entrar en un mundo diferente, un lugar donde puedo perderme en la sobrecarga sensorial. Todas esas luces parpadeantes y sonidos. Me distrae del peso del dolor. Cuando me concentro en obtener la toma perfecta, es tan fácil olvidar. Simplemente puedo… ser.

       

      1990:  ¿Encuentras que el proceso de tomar fotos en estos entornos es más terapéutico o reflexivo?

      Es un poco de ambos. Es terapéutico porque me saca de mi mente, alejándome del ciclo constante de “y si…” y arrepentimientos. Pero también es profundamente reflexivo. Miro una foto más tarde y me doy cuenta de que capturó más que solo una escena. Capturó cómo me sentí en ese momento.

       
       
       

      1990:  ¿De qué maneras ha evolucionado tu fotografía desde el fallecimiento de tu padre?

      Antes, mi fotografía era solo un pasatiempo. Era divertida, algo que hacía para mí misma. Pero después de que mi papá falleció, se convirtió en algo más. No puedo describirlo. Mis fotos comenzaron a tener más peso y significado. Ya no solo tomaba fotos. Estaba contando una historia sobre, no sé, el dolor? Sobre el amor, sobre tratar de darle sentido a algo que no tiene sentido.

       

      1990:  ¿Hay emociones específicas que estás tratando de capturar o expresar cuando fotografías estos espacios de arcade?

      Hay esa famosa línea del autor de Las ventajas de ser invisible: “Nadie se sentía triste mientras pudiéramos posponer el mañana con más nostalgia.” Siempre se ha tratado de eso. Pero también de esta profunda y dolorosa soledad. Es como si los arcades estuvieran llenos de vida: niños jugando, luces parpadeando, el golpeteo y el aplastamiento de botones—pero cuando miro más allá de todo eso, puedo ver el vacío. Estoy tratando de capturar ese contraste, la manera en que el dolor hace que todo se sienta vacío, incluso en los lugares más vibrantes. Quiero darles perspectiva.

       

      1990:  ¿Cómo te sientes cuando estás dentro de un arcade, con la cámara en la mano? ¿Te trae una sensación de consuelo, nostalgia o algo más?

      Es reconfortante porque me recuerda a mi papá y esos momentos despreocupados que compartimos. Pero también tristeza porque ya no está allí conmigo. Es como caminar a través de un recuerdo—hermoso, pero agridulce.

         

         

        Exploración Temática y Visión Artística

        1990:  ¿Qué es lo que tiene el ambiente de los arcades—luces, sonidos, colores—que resuena contigo emocionalmente?

        No hay literalmente nada igual. Hay algo en la sobrecarga sensorial de los arcades que refleja el caos dentro de mi mente. Las luces son brillantes, los sonidos son fuertes—es abrumador, pero también hipnótico. Te distrae de tus pensamientos, de tu dolor, solo por un rato. Al mismo tiempo, se siente como si hubiera algo melancólico escondido bajo todo ese ruido, y trato de capturar eso lo mejor que puedo en mis fotos. Hay una belleza oculta allí.

         

        1990:  ¿Cómo eliges qué arcades fotografiar? ¿Tienen ciertos lugares un significado personal para ti?

        Suelo gravitar hacia los arcades más antiguos, aquellos que se sienten como si hubieran quedado atrapados en el tiempo. Hay cierto encanto en lugares que no han cambiado, como si estuvieran aferrándose a algo del pasado, igual que yo. No sé si son los lugares en sí o los recuerdos que evocan, pero esos son los que me llaman. Sin desviarme demasiado hacia el tema político, espero que las ciudades hagan un esfuerzo por preservarlos o convertirlos en monumentos históricos o algo así. Son muy apreciados por mucha gente.

         

        1990:  ¿Hay un tema o mensaje recurrente que buscas transmitir a través de tus fotos de arcades?

        Pérdida. Cómo la enfrentamos y cómo la llevamos con nosotros. Pero también preservando recuerdos. Los arcades para mí son lugares donde viven los recuerdos, donde el pasado y el presente se cruzan. Quiero que mis fotos muestren esa tensión entre la alegría y la tristeza, y entre la vida y la muerte.

         

         

        1990:  ¿Cómo crees que la naturaleza vibrante y, a menudo, caótica de los arcades contrasta con los sentimientos de pérdida y dolor que estás procesando?

        Eso es exactamente lo que me atrae de ellos. Los arcades están tan llenos de vida, tan coloridos y caóticos, pero cuando estás de duelo, todo se siente apagado, distante. El mundo sigue moviéndose, sigue parpadeando a tu alrededor, pero te sientes atrapado en el mismo lugar. Creo que mis fotos intentan capturar eso. Cómo todo se ve igual, pero se siente tan diferente cuando estás de duelo. Duele saber que la vida no se detiene cuando alguien a quien quieres se va para siempre. Pero también es un recordatorio: ¿estás haciendo lo que realmente quieres hacer en este momento? Porque podrías irte mañana. Podrías irte en cinco minutos. Y el arcade seguirá abierto.

         

        1990:  ¿Hay máquinas de juegos, áreas o detalles particulares a los que te atraen repetidamente en tu fotografía?

        Jugué mucho a House of the Dead en su época. Esos juegos siempre atraen a la gente para hacer tomas muy buenas. Y no podemos hablar de arcades sin hablar de Raiden Fighters, jaja. No diré cuántas horas he pasado en ellos, pero digamos que vencer a los jefes se volvió realmente fácil. Desde una perspectiva de 30,000 pies, definitivamente me atraen las máquinas más antiguas, las que parecen haber pasado por años de uso—como si tuvieran sus propias historias. Hay algo reconfortante en el desgaste, como si fuera una prueba de que estos lugares tienen una historia, que han visto tanto la alegría como la pérdida, igual que yo.

           

          Aspectos Técnicos

          1990:  ¿Puedes describir tu proceso creativo al fotografiar un arcade?

          Suelo caminar por el arcade varias veces antes de comenzar a disparar, solo tomando todo en cuenta. A veces empiezo a jugar pinball, o lo que esté abierto si estoy allí un fin de semana. Me gusta observar cómo la luz incide en las diferentes máquinas, cómo caen las sombras. Estoy buscando momentos que se sientan tranquilos dentro del caos. Son esos espacios intermedios donde casi puedes escuchar el silencio bajo el ruido. Ahí es donde vive la emoción para mí.

           

           

          1990:  ¿Prefieres fotografiar arcades cuando están vacíos o llenos de gente? ¿Por qué?

          Solía gustarme fotografiarlos cuando estaban vacíos—y a veces todavía lo hago—pero más recientemente me ha atraído fotografiar cuando hay una buena cantidad de gente presente. Cuando no hay nadie, siento como si tuviera el lugar para mí sola... como si estuviera caminando por un recuerdo.

           

          1990:  ¿Cómo usas la iluminación y las sombras en los entornos de arcade para reflejar tu estado emocional o los temas de tu trabajo?

          Me encanta trabajar con sombras. Las luces brillantes crean contrastes tan marcados, y trato de usar eso para mostrar la dualidad de lo que lugares como los arcades tienen el potencial de representar.

           

          1990:  ¿Qué desafíos enfrentas al fotografiar en un entorno tan visualmente cargado?

          El mayor desafío es encontrar momentos de quietud. Los arcades siempre se estereotipan como lugares llenos de movimiento, ruido y color. Pero siempre estoy buscando esos momentos más pequeños que se sienten como un respiro. No es fácil, pero cuando los encuentro, siento que he capturado algo real.

             

             

            Impacto Emocional y Recepción Pública

            1990:  ¿Cómo te sientes cuando miras atrás a tus fotos de arcades? ¿Te proporcionan un sentido de cierre o conexión?

            Es complicado. Por un lado, me acercan a mi papá. Pero por otro, es un recordatorio de que se ha ido, y que no importa cuántas fotos tome, no puedo traerlo de vuelta. No hay cierre, pero sí hay conexión... una conversación continua con él de la que simplemente no estoy lista para soltar.

             

            1990:  ¿Has compartido tu fotografía con otros? Si es así, ¿cómo ha sido la reacción?

            He compartido mi trabajo con algunos amigos cercanos y algunos compañeros de clase. La respuesta ha sido sorprendentemente emocional. La gente me ha dicho que, aunque nunca han experimentado mi tipo de pérdida, pueden sentirlo en las fotos. Eso ha sido reconfortante—saber que otros pueden conectarse con mis sentimientos, incluso cuando no son los suyos.

             
             
             
             
             

            1990:  Crees que tu fotografía puede ayudar a otros que están lidiando con la pérdida o el dolor? ¿De qué manera?

            Espero que sí. El dolor es una experiencia tan aislante, pero si alguien puede mirar mis fotos y sentir que no está solo en su tristeza, entonces creo que he hecho algo significativo. Muchos artistas dicen eso, porque, ya sabes, es lo que piensan que la gente quiere oír, pero también creo que hay una cantidad increíble de verdad en ello. La fotografía es mi forma de decir, “Te veo allá, y entiendo lo que estás experimentando.

             

            1990:  ¿Cómo ha moldeado tu fotografía de arcades tu identidad como persona y como artista?

            Me ha hecho más introspectiva, más en sintonía con mis emociones. Creo que también me ha hecho más empática. Ahora veo el mundo de manera diferente. Como artista, me ha impulsado a profundizar más y a crear trabajo que no solo sea hermoso, sino significativo.

             

            1990:  ¿Alguna vez te preocupa que el acto de fotografiar estos espacios te mantenga atada al dolor de la pérdida, o lo ves como una salida saludable?

            A veces me pregunto si me estoy aferrando demasiado al pasado. Pero luego me recuerdo que la sanación no es lineal. Fotografiar estos espacios no me atrapa en mi dolor—me ayuda a avanzar en él, una imagen a la vez. No se trata de escapar del dolor, sino de aprender a vivir con él.

             
              
             

            Planes a Futuro y Evolución de la Relación con el Dolor

            1990:  ¿Cómo ves que evoluciona tu fotografía a medida que avanzas en tu proceso de sanación?

            Creo que a medida que me sano, mi trabajo comenzará a reflejar más la alegría y el amor que asocio con mi papá, no solo la pérdida. Siempre me sentiré atraída por los arcades, pero tal vez empiece a centrarme en otros lugares que guardan recuerdos de él. Mi fotografía evolucionará conmigo.

             

             

            1990:  ¿Crees que seguirás fotografiando arcades indefinidamente, o te ves cambiando a otros temas con el tiempo?

            Siempre tendré una conexión con los arcades, pero no creo que me quede allí para siempre. Puedo verme expandiéndome, encontrando nuevos temas que hablen a diferentes partes de mi proceso de sanación. Pero los arcades siempre serán donde comencé, y siempre tendrán un lugar especial en mi corazón.

             

            1990:  ¿Has considerado crear una serie de fotos o una exposición dedicada a la memoria de tu padre a través de estas imágenes de arcade?

            Lo he pensado, y creo que sería una forma hermosa de honrarlo. Sería más que una serie de fotos—sería un tributo a nuestra relación, a los momentos que compartimos. Me gusta la idea de crear algo que no solo me ayude a sanar sino que también celebre su vida.

             

            1990:  ¿De qué otras maneras sobrellevas el dolor de perder a tu padre, además de la fotografía?

            Escribir ayuda. Llevo un diario donde registro mi día, y lo he encontrado muy beneficioso. También pasar unos buenos 20 minutos en la máquina de remo ayuda a despejar mi mente. Con cualquier pasión, es importante tener formas de dar un paso atrás, para no sentirte atrapado y fuera de control.

             

            1990:  ¿Qué consejo le darías a otros que buscan formas creativas de lidiar con el dolor o la pérdida?

            Encuentra algo que te haga sentir conectada con la persona que has perdido. Ya sea fotografía, escritura, boxeo—lo que sea que te hable. No tiene que ser perfecto ni siquiera tiene que tener sentido para nadie más. Simplemente deja que sea tu salida, tu manera de aferrarte.

               

               

              Reflexiones Personales

              1990:  ¿Crees que tu fotografía ha cambiado la forma en que ves los arcades en general? ¿Cómo?

              Antes, los arcades eran solo lugares divertidos y nostálgicos. Pero ahora, están llenos de significado. Los veo como espacios de memoria, donde la alegría y la tristeza coexisten. Cada arcade en el que entro se siente como un recordatorio del pasado, pero también un lugar donde puedo crear algo nuevo.

               

              1990:  ¿Hay recuerdos específicos de tu padre que te vengan a la mente mientras fotografías o editas tus fotos de arcade?

              Todo el tiempo. Veré una máquina en particular o escucharé un sonido específico y me transportarás de regreso a un momento con él—su sonrisa, la forma en que me animaba, incluso si no estaba ganando. Esos recuerdos me sorprenden cuando menos lo espero, pero también son reconfortantes, como pequeños regalos de él.

               

              1990:  ¿Cómo equilibras la necesidad de lidiar con el dolor mientras persigues tus estudios y te ajustas a la vida universitaria?

              Es difícil, honestamente. Hay días en los que todo se siente demasiado pesado, y no quiero ir a clase ni interactuar con nadie. Pero me recuerdo que mi papá querría que siguiera adelante, que siguiera viviendo. La fotografía me ayuda a darme una salida para expresar lo que siento y así poder reenfocar mis estudios.

               

               

              1990:  ¿Han influido tus experiencias con la pérdida en tus metas académicas o personales de alguna manera?

              Sin duda me han hecho más decidida y más enfocada en hacer algo significativo con mi vida. Perder a mi papá me mostró cuán frágil es la vida, y ahora quiero hacer que cada momento cuente. Ahora estoy persiguiendo la fotografía de forma más seria porque siento que es una forma de honrar su memoria y vivir plenamente.

               

              1990:  Qué papel ves jugando la fotografía en tu vida hacia el futuro? ¿Será siempre un mecanismo para afrontar el dolor, o se ha convertido en algo más?

              La fotografía comenzó como una forma de afrontar el dolor, pero ahora se ha convertido en algo mucho más grande. No es solo una forma de lidiar con el dolor—es una forma de conectar con el mundo, de contar historias que importan. Me siento muy bendecida de haber encontrado algo por lo que realmente siento pasión. Hay personas allá afuera que viven sus vidas sin metas... esas son las personas por las que siento una terrible pena. Creo que para mí la fotografía siempre estará ligada a mi sanación, pero también es mi forma de celebrar la vida y a las personas que he amado.

               

              1990:  Y finalmente, si no te importa compartir, ¿hay alguna foto que hayas tomado que se destaque entre las demás que has hecho a lo largo de los años?

               

              Todos son elegidos eventualmente

               

              ____________

              ¿Tienes una historia que contar? Para obtener información sobre cómo publicar tu viaje de 1990\retro en nuestro sitio web, contáctanos en:  submissions@1990retro.com.